I Concurso
de
Shooting de Boda

Bienvenid@s .  

Es para nosotras un placer que participéis en las votaciones del I Concurso de Shooting de Boda y ayudéis a l@s compañer@s que han presentado sus proyectos a concurso.

 Este concurso se ha hecho desde AIWPE con mucho cariño y con la firme convicción de que los profesionales de Bodas y Eventos tengan su reconocimiento al arduo trabajo que realizan constantemente.

A continuación os dejamos los shootings preseleccionados, realizados por profesionales del sector, para que bajo vuestro criterio podáis votar el que más os guste por categorías: Mejor Fotografía, Mejor Vídeo, Mejor peinado. Mejor Maquillaje, Mejor Decoración, Mejor atuendo femenino, Mejor atuendo masculino y mejor Shooting.

Vuestros votos, junto  los del jurado específico formado por 3 profesionales referentes en el sector, van a decidir los ganadores que recibirán el premio por las categorás nombradas anteriormente y el reconocimiento del sector en la Gala Solidaria Premios AIWPE .

Miradlos todos muy bien, valorad con objetividad, y al final de la página tendréis el botón que os lleve a las votaciones.

Vamos a ello !!

Baile de una Noche de Verano

  Y la música empezó a sonar hace dos años. Cristina y Javier no se conocían de nada, pero se encontraron en una cena de unos amigos comunes. Se fijaron el uno en el otro, pero el baile comenzó unos días más tarde cuando coincidieron en un local de salsa y bachata.
  Cristina, que desconocía las habilidades de Javier en la pista siendo el instructor de baile, lo sacó a bailar y rápidamente se percató que era un experto en mover piernas y caderas.
  La anécdota de la noche fue que, entre baile y baile, sus narices se llegaron a tocar pero no hubo beso.
  Se gustaron tanto que ya no dejaron de bailar y, un día de primavera, en medio de una sala de baile rodeados de 400 personas, Javier dio el paso y pidió matrimonio a Cristina, que aceptó con un sí rotundo.

Es entonces cuando decidieron contactar con una organizadora de bodas, a quien le expusieron sus ideas y gustos. La conexión fue brutal y la organizadora trabajó el moodboard de su enlace.

Sería una boda íntima y muy romántica, de tan solo 30 invitados.

El lugar escogido fue una Masia muy rustica en un pueblo llamado las Lloses (Gerona), una masía con encanto, que cumplía los requisitos de los novios, que querían un ambiente natural donde se respirara tranquilidad.

Cristina tenía claro que quería llevar dos vestidos: uno para la ceremonia y otro para la fiesta. Ambos fueron adquiridos en la tienda de Atelier Nupcial. El primero de la casa Demetrios y el segundo , para el el baile, de la casa Cosmobella.

Para el peinado, la estilista creó una coleta baja que se salía de lo habitual en los tocados, con un look más jovial y festivo. Sin duda, un acierto fue también el maquillaje, gracias al trabajo de la esteticista, que utilizó un abanico de tonos suaves y aplicó un toque rosado para los labios, siempre con el objetivo que la novia luciera lo más natural posible.

La novia escogió los pendientes y la pulsera en la Joyería de su pueblo natal. El look de Cristina quedó completado con su ramo de novia, tan romántico como precioso.

Por su parte, el novio quería lucir elegante y estiloso, y después de barajar diferentes marcas, se decantó por la casa Baggi Men, con un traje muy especial de color borgoña, con el que lució espectacular.

Las alianzas fueron creadas expresamente y personalizadas para la ocasión en un Taller de Joyas especializado en creaciones únicas y exclusivas, las creó a conjunto con la temática de la paleta de color del enlace: viva magenta.

Y llegaron los novios. Eran las 18h de la tarde y la temperatura era primaveral. Estábamos a las puertas del verano y el atardecer se intuía en el horizonte. Los 30 invitados aguardaban ansiosos por ver llegar a la novia.

Javier, esperaba paciente y la música empezó a sonar.

Flores magenta y rosa pastel lucían allí donde mirabas y alcanzaba la vista, tanto en la ceremonia como en la celebración posterior, y es que la florista trabajó para que todo el entorno estuviera acorde al color del enlace, el viva magenta. 

Justo debajo del altar, una corona floral, y en la mesa, un tiraje de flores de punta a punta: peonías, dalias, rosas, lisianthus, violetas, crisantemos y claveles.

La organizadora estuvo pendiente de cada detalle y que todo en conjunto siguiera el hilo romántico de la boda. Un ejemplo fue la papelería, que los novios querían que fuera muy personal, pintada a mano y que explicara su historia.

El menaje, tanto copas como platos y bajo platos, eran destacados y quedaba espectacular la zona del banquete, que se cubrió de un cielo estrellado que hizo la velada más romántica e íntima.

Los invitados degustaron un menú completo, en el cual destacaron popcakes, popsicles (mini magnums), milhojas caramelizadas, postres en vaso, bundt y, como no podía ser de otra manera, la tarta nupcial. 

Gustó especialmente la zona dulce, donde se degustaron todo tipo de pasteles creados con mucho amor y buen gusto.

Empezó a sonar Thinking out loud de Ed Sheeran, tocada de forma magistral por una violínista.
Emoción a flor de piel. Los ojos centrados en los novios que bailaban con maestría encima de un suelo
de luces con forma de rosas que se movían al son de la música.

Para crear magia, los novios contrataron el servicio donde les construyeron una torre de copas de cava y dejaron a todos con la boca abierta con los fuegos artificiales y una luna lumínica gigante, la sensaciónde la boda.

La zona de cócteles empezó a estar más concurrida, y no era de extrañar, porque sorprendieron a los invitados con Cokteleria molecular una fusión de sensaciones que estallaba en la boca tan solo al saborearlas.
Los invitados se iban concentrando en la pista de baile, que atraía a todos con la iluminación y la fiesta del DJ. 

Con la música del grup Black eyed peas se dispararon unos fuegos fríos que, sin duda, crearon expectación y mucha adrenalina en cualquier rincón del enlace.

El recuerdo más grande que han tenido los novios ha sido el magnífico reportaje fotográfico y con el video hicieron una auténtica demostración de amor, baile y sensualidad.

¡Crearon auténtica magia visual!

Cristina y Javier aún siguen bailando y ahora, cuando sus rostros se acercan siempre hay beso.

Una Boda de Invierno en Castilla

Anais y Pablo son unos novios muy especiales.
A pesar de que las familias de ambos son de Valladolid -de toda la vida-, se conocieron en Bolonia haciendo un Erasmus y en aquellas tierras italianas se enamoraron.
Aunque son jovencísimos tienen las cosas muy claras. Desde el principio tuvieron claro que su boda iba a celebrarse en la tierra de sus padres y abuelos, donde tienen a todos los amigos de la infancia y adonde se escapan siempre que necesitan mimos y calor de hogar. También que por su agenda laboral tendría que ser en temporada baja, en pleno invierno, un sábado del mes de febrero.

Saben que eso significa lidiar con el frío de la meseta castellana pero no les importa, porque para ellos el auténtico valor de su boda es reunir a los suyos, a los que más quieren y quienes más los quieren en un día mágico en el que estrenan por fin su propia familia. 

Han asistido a muchas bodas de amigos espectaculares y sorprendentes; pero para ellos, como para el Principito, ‘lo esencial es invisible a los ojos’, así que todo en la suya iba a ser delicado y elegante.

Como premisas básicas, la novia había elegido la iglesia de San Benito el Real, en pleno centro de la ciudad, en la que se casaron sus padres y adonde iba de niña a oír Misa con sus abuelos. Además, querían los mejores proveedores y una boda urbana y sin transporte para los invitados, en la que todo estuviese cerca para ir caminando. Su lista inicial de invitados se reducía a unas 70 personas, todas de su círculo íntimo y familias, así que la calidad siempre ha estado por encima de la cantidad en esta boda.

Lo más importante de todo para ellos era el concepto de boda como un ‘hogar temporal’ en el que recibir con la máxima calidez a sus seres queridos. Teniendo en cuenta las gélidas temperaturas de enero en Valladolid, tuvieron claro que había que primar la calidez como hilo conductor del evento e intentar construir ese ‘hogar’ donde ellos dos fuesen los perfectos anfitriones.

Para reforzar la idea de calidez y definir la paleta de colores de su boda hicieron juntos un tablón de inspiración de imágenes en tonos rojizos, del anaranjado al burdeos pasando por todos los tipos de rojo, basándonos en una imagen imprescindible de su moodboard. Se trata de una pintura que hay en la sacristía de San Benito, un impresionante mural de un Cristo pintado sobre un fondo de esos mismos colores, lo que daba la gama perfecta para comenzar a planificar la boda.

Para la decoración quisieron un proyecto que aportase los puntos opuestos de calidez y frialdad que necesitaba su boda soñada.

La floristería se encargó del ramo, el prendido, la decoración de la iglesia y el banquete con sus rincones temáticos, con flores en tonos cálidos desde el anaranjado al burdeos, pasando por el rojo más vivo, con flores… y verde…

Para el resto de decoración se recreó todo el romanticismo de un escenario helado. Con ello querían resaltar el carácter invernal de la boda utilizando copos de nieve en distintos tamaños, desde los más grandes del tocado de la novia y las mesas hasta los copos diminutos del confeti para arrojar a los novios a la salida de la iglesia.

También aportó la calidez con un ‘rincón especial del té y el chocolate’ del que los invitados disfrutaron para entrar en calor mientras los novios se hacían las fotos en el claustro, porque para ellos era muy importante estar en todo momento cerca de los suyos y que se sintiesen reconfortados y queridos. En toda la decoración se utilizaron elementos muy amorosos, destacando los ositos de peluche que estuvieron presentes en toda la boda.

La novia tenía claro que quería la mejor peluquería y maquillaje posibles, cerca de su casa. Y en lugar de pedir un servicio a domicilio en su gran día prefirió desplazarse allí para tener un momento a solas con sus
pensamientos antes de la boda.
Para el maquillaje prefirió destacar sus labios en rojo intenso, combinado con el ramo y la paleta de colores de la boda. En cambio los ojos, más discretos, se ahumaron en tonos plata para realzar el color nevado del copo de nieve artesanal que utilizó de tocado, en alusión al frío invernal de este día.

El peinado, un recogido muy sencillo y elegante -menos es más- se complementó con ese sencillo tocado para no restar protagonismo al vestido y por supuesto a la preciosa cara de la novia, que no podía estar más
guapa.

Junto a ella durante la sesión quiso marcar puntos de calidez en la fría mañana de invierno, así que se llevó a la peluquería el osito de peluche de Harrods que su novio le regaló en su primera escapada juntos a Londres, donde tuvo lugar la petición de mano, junto con uno de los ositos que encargaron para la boda, una infusión y las flores en los mismos tonos que su ramo y la decoración del evento.

 

En vez de la típica bata de novia, Anaís apostó por dar color, calidez y chispa a la sesión de belleza y vistió un kimono, creado en sedas indias estampadas en colores vivos, reversible, para este momento tan especial.
Anaís escogió para su vestido un diseño de crepe blanco roto con una espalda muy especial cut out con botonadura joya  trasera y un tejido y una caída impecables, sin cola. No utilizó la capa larga de tela original del vestido, para destacar la pureza de líneas del mismo.
En su lugar, para combatir las bajas temperaturas, la novia escogió abrigarse en los puntuales momentos exteriores con una capa de peluche en el mismo tono.

El original ramo en tonos rojos vivos de flores de invierno, en el que no faltaban las rosas rojas, ponía el punto cálido y vivo al outfit y fue una creación muy original de la florista con flores de invierno.

El novio sabía que tenía que estar a la altura y quería un traje muy elegante que le sentase como un guante, así que se decantó por un conjunto azul, el color tendencia de esta temporada, con chaleco y corbatón también en tonos azules, en homenaje a los cielos amplios de esta fría tierra castellana. Esos cielos que, según decía el gran Miguel Delibes, ‘son tan altos porque los han levantado los labradores de tanto mirarlos’.

En lugar del pañuelo a juego con el corbatón que le sugerían, utilizó un prendido con algunas de las flores del ramo de novia.

Los novios tenían claro que querían un claustro de piedra como primer espacio para dar la bienvenida a sus invitados tras la ceremonia, una especie del ‘zaguán de su casa’, este hogar temporal en el que querían convertir su boda; un claustro de piedra como símbolo del patrimonio histórico de nuestra tierra castellana, que tan bien luce en contraste con el azul limpio de nuestros cielos.

Alquilaron para ello el claustro del Monasterio de Santa Isabel, a pocos metros de la iglesia de San Benito el Real donde tuvo lugar la ceremonia religiosa, un claustro muy romántico que precisamente este 2023 cumple 550 años de historia.

Aquí se montaron varios rincones muy especiales: un ‘corner’ con mantitas amorosas por si los invitados sentían frío; un ‘photocall’ muy elegante con un banco antiguo, motivos nevados y ramas naturales; y el rincón de chocolate, té y dulces para entrar en calor.

También fue aquí donde se produjeron los momentos especiales de entrega del ramo, detalles y ‘regalo a los siguientes’, a quienes regalaron una preciosa pareja de ositos de peluche vestidos de novios y réplicas más pequeñas para el resto de invitados.

Con esta idea, el posterior banquete resultó más fluido, para que todos pudieran comer, beber y bailar sin interrupciones y para que los invitados que quisieran retirarse antes del final no se perdiesen los momentos especiales.

Rompiendo moldes y protocolos

No fue este el único momento diferente en la boda de Anaís y Pablo.

A pesar de tratarse de una boda clásica y de que los novios conocían perfectamente el protocolo, quisieron hacerlo todo a su gusto, hacer prevalecer su personalidad y saltárselo en varios momentos.

La novia hizo su entrada sola en la iglesia, al ritmo de los sones del Ave María de Schubert, mientras el novio la esperaba cerca del altar y los invitados estaban aún afuera. Querían vivir este momento a solas porque les parecía sumamente importante y romántico, ante la sola mirada de la Virgen del Carmen, desde su camarín en el retablo.

Igualmente, a la salida de la iglesia, el novio no cedió su brazo derecho a la novia sino el izquierdo, ya que ambos son zurdos y a ella le resultaba más cómodo llevar el ramo en su mano izquierda.

Una boda de invierno en la fría Castilla, clásica, invernal y elegante pero a la vez cálida y muy, muy original.

Boda y Naturaleza. "La Boda de mis Sueños"

Los novios son hijos de unos terratenientes y poseen una finca cerca de un paraje por el que pasa un maravilloso río. Nos encontramos bellos paisajes donde reina la paz y en la que los novios han decidido unir sus vidas, en la casa familiar en la que suelen pasar sus vacaciones.

Para realizar dicho evento han solicitado la ayuda de una mujer emprendedora residente en el mismo municipio, Wedding Planner que conoce muy bien la belleza y esplendor del lugar. Un día, los novios paseando por el pueblo vieron en una de las calles el Stand/oficina y fue tan grata la sorpresa de ellos por el cariño, la información que se les ofreció y que decidieron que ella organizara su boda.

Esta señora tan emprendedora, tiene un grupo de profesionales excepcionales y enseguida conectó con cada uno de ellos
para ponerse en acción.

Sigamos relatando un poco sobre la trayectoria de la vida de esta maravillosa y joven pareja: Son una pareja llena de amor, alegría y unión. Les encanta viajar cada año cuando deambulan por parajes del ámbito rural, por casualidad, en uno de los senderismos que realizaban se conocieron y surgió el amor. Son dos personas aventureras llenas de risas y amor mutuo. Como pareja, han recorrido juntos caminos inolvidables.

Han explorado sendos paisajes, adentrándose en la belleza de la naturaleza a través de distintas rutas. Incluso completaron el conocido Camino de Santiago, un viaje que requiere coraje, perseverancia y sacrificio. Estos momentos compartidos han fortalecido su vínculo y los han llevado a este día tan especial. 

Este es el lugar que eligen para continuar sus caminos juntos, uno que los llevará a la vida en común. Han decidido unir sus caminos, sus sueños y esperanzas de una manera muy tradicional como lo es a través del rito de la arena.

Este rito consiste en que cada grano de arena se mezcla y se funde en uno solo, haciendo un paralelismo con la unión de sus vidas y sus corazones. 

Los colores que han seleccionado tienen un significado muy especial para ellos. El color lila simboliza la espiritualidad, la creatividad y la intuición. Mientras que el color amarillo representa la alegría, la felicidad y el optimismo. Esta combinación de las arenas simboliza la construcción de un hogar lleno de amor, comprensión y compañerismo.

Concluida la ceremonia llena de emociones, felicidad y alegría junto con familiares y amigos pasan a celebrar el grandioso banquete y la esperada fiesta. Una mesa enfocada y decorada al clima del paisaje con unos ricos dulces tradicionales, frutas del mediterráneo y una tarta nupcial muy especial y refrescante. La decoración y el catering de la mesa nupcial ha sido decorada con la temática del mismo lugar.

¡Y se despiden! En una gran fiesta llena de felicidad, risas y cantos. Acompañados con la música y sonido de una maravillosa pareja.

¿Te atreves a Soñar?

El amor no tiene fronteras. Lo sabemos… Y como Wedding Planner me encanta cumplir los sueños de las parejas que llegan a mí. Dos mujeres, con personalidad diferentes pero con el único objetivo de ser felices juntas… Y ellas encajan a la perfección. El amor les ha unido, la complicidad ha sido su mejor vestido y la naturalidad ha sido lo que les ha llevado a triunfar en su relación.

Para su boda, querían algo especial, diferente, elegante, con glamour. Así que opté por dar ese toque único escogiendo la paleta de colores en tonos blanco, negro y dorado. A ellas, esta elección les pareció muy acertada, así que os pusimos manos a la obra! A la hora de escoger los vestidos tenían que ser diseños nunca vistos, atrevidos, acorde con la personalidad de cada novia. 

Laura, una chica atrevida pero que no le gusta ser el centro de atención. Su carácter dócil y dulce encajaba con un vestido sencillo pero el toque de plumas doradas en la cintura hacían el conjunto perfecto. Su tocado fue una pieza realizada a mano con detalles brillantes que iban a la perfección con el peinado, un moño alto.

Arantxa, mucho más atrevida quería destacar por ser diferente, su carácter con mucha personalidad quería lo nunca visto y el color negro del vestido fue lo que le enamoró. Al mismo tiempo, quería comodidad y frescura y el vestido se convertía en una falda corta y atrevida como ella. El tocado era igual de atrevido como ella, hojas doradas y flores negras daban el toque perfecto a este look.

El photocall, punto de encuentro para fotos, selfies y momentos especiales tenía que ser diferente. Una mezcla de elementos naturales pero acorde a la paleta de colores era el conjunto perfecto para todo el entorno. 

El momento dulce fue gracias al Candy bar que no olvidó ningún detalle. Nubes, chocolate y bombones eran los protagonistas de la espectacular mesa dulce. Le acompañaba una cascada orgánica de globos que aportaba el toque divertido a toda la escena. No pudimos olvidarnos de añadir un pastel único y tremendamente elegante. Y ellas disfrutaron como niñas grandes.

La puesta en escena de una velada única era el jardín, rodeado de naturaleza y gobernaban mesas elegantes y diferentes para conseguir la parte atrevida a esta boda.

Y como ya sabemos, las wedding planner hacemos realidad los sueños de nuestras parejas, así que podrás atreverte a soñar porque cumplimos todos los sueños

Brillan por ti

Pablo está andando solo por la playa, pensando en todo lo que ha pasado.

Aún no entiende cómo han llegado hasta ahí, y empieza a recordar la gran discusión que tuvo con Carmen. 

Ella termina la discusión subiéndose al coche y marchándose. Él no se cree lo que acaba de pasar… Se le ve incrédulo, triste, con rabia y dolor. La vida de ambos ha cambiado, intentan seguir con su rutina de vida: deporte, leer, trabajo… Pero siempre se tienen en el pensamiento el uno al otro. 

El embarcadero es el refugio que siempre han tenido, así que Carmen decide ir hasta allí… ¿Y si se encuentra con Pablo y todo vuelve a ser como antes? Se nota en sus miradas la sorpresa, atracción y complicidadque hayentre ellos. Por fin: ese abrazo, ese mar en calma y su refugio. “Yellow”, la palabra clave que siempre lo arreglaba todo.

Vuelven a iniciar un camino juntos, que les lleva hasta el día más importante de sus vidas: el día de su boda. Tal y como siempre la han soñado: al aire libre, descalzos y llena de detalles “amarillos”.

Habían imaginado una ceremonia íntima, cálida y donde se rindiera homenaje a tantos momentos vividos, a tantos viajes y aventuras especiales. 

Decidieron que estos momentos quedaran reflejados en fotografías tanto en el Seating Plan como colgadas de los árboles, junto con la iluminación en tonos siempre amarillos y cálidos.

Durante esa noche, sólo se respiraba amor, complicidad y paz en ellos. Disfrutaron de una ceremonia y una celebración preciosa.

 

Por la mañana, vuelven a ese embarcadero que tantas veces los refugió y que una vez los reconcilió para siempre. 

Pero esta vez, vuelven de una manera distinta: con la luz amarilla del amanecer, vestidos de novios después de disfrutar del día de su boda, con una vida entera juntos por delante y diciéndose a los ojos: 

“Look at the stars, 

Look how they shine for you, 

And all the things that you do.” 

FIN

A New Love

“Te amo” dice Marina… y Juan le responde “Lo sé”
“No puedes detener la puesta de los soles” como no puedes detener la fuerza del amor que nace. Un amor nuevo, nuevo por su frescura, nuevo por su complicidad y nuevo por la sinceridad de sus miradas.

La historia de Marina y Juan está llena de fuerza, de esa fuerza con luz que ilumina el corazón y hace que se sienta en todo el Universo, en toda una galaxia llena de soles y estrellas, llena de amaneceres y puestas de sol diferentes… especiales …que les acompaña para el resto de sus vidas. 

Para ellos lo sencillo es lo importante, lo esencial es lo que no puede abandonarles. 

De esta forma buscan el equilibrio entre la luz y la oscuridad, entre el blanco y el negro, entre los extremos. Lo buscan y lo encuentran y así obtienen la fuerza de un nuevo amor.

Al ver los trajes que eligen, sin grandes ornamentos, como si estuvieran listos para cualquier batalla grande o pequeña que se presente en su vida.

El lugar de su ceremonia de boda, manteniendo el equilibrio entre el vacío de un lugar inusual y el verde que representa la vida y la continuidad del universo, de la esperanza del amor.

El peinado y maquillaje cómodos, sencillos pero con un punto de magia, de brillo de estrella fugaz.

El tocado que con un dorado sin grandes reflejos se funde con el paisaje.

La imagen general que nos transmiten consigue que nos demos cuenta de la esencia del nuevo amor que buscan vivir juntos, quizás no muy de moda en nuestros días pero que es el tipo de amor que garantiza su brillo en esta galaxia que habitamos. 

Lo verdaderamente importante es la fuerza del amor que les acompaña, una fuerza que a veces será luz y alegría y a veces oscuridad cuando aparezcan los problemas.

 Pero Marina y Juan tienen claro que este amor no es un amor de intentos, no es un amor de ¿nos casamos o no nos casamos?, es un amor de ¡Sí lo hacemos, nos casamos! ¡Sí quiero!¡ Y para siempre! 

La fuerza de su nuevo amor les acompaña en su vida en común, este es un nuevo día, un nuevo comienzo…. ¡¡¡¡¡ A New Love!!!!!

El mejor plan : Ser Feliz

Mari Carmen y Adrián son dos  jóvenes Malagueños que se conocieron en un concierto de Rock.

Desde ese primer encuentro en el que ya saltaron esas chispitas de amor no dejaron de hacer planes, pero sin duda este Plan para ser feliz ha sido el más especial. 

Cada uno con su propia personalidad han conseguido la boda de sus sueños.  Intima, con los familiares más cercanos, en un lugar idílico con unas vistas de ensueño mezclando el romanticismo que ella procesa y la gran afición de Adrián que son las motos. 

Una mezcla explosiva que en este caso funciona a la perfección. 

¿Próximo plan para esta pareja? Sea cual sea, esperemos estar cerca de ellos ya que son unos novios guapos por fuera y encantadores por dentro.

Votaciones

Ahora que ya habéis visto todos los Shooting, y podéis votar con objetividad y criterio, pinchad en el siguiente botón para poder realizar vuestras votaciones. Adelante y que gane el mejor !! Gracias en nombre de todos los participantes.

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